YO, DANIEL BLAKE.
Nota: La imagen de este artículo es de Filmaffinity. El tráiler incluido al final de la web es el original doblado al español.
Esta película es una de esas pequeñas joyas independientes ignoradas por casi todo el gran público. Ganadora de la palma de oro en el Festival de Cannes en el año 2016, así como del premio del público del Festival de San Sebastián del mismo año, debería llamarnos la atención solo por la categoría de dichos premios. Tras verla, nos damos cuenta de que realmente los merece, y que ojala la retransmitieran por televisión alguna vez.
El resumen de la película es simple. El protagonista, Daniel Blake, es un hombre de 59 años que tras sufrir un infarto durante una obra no puede trabajar. Trata de percibir la ayuda de incapacidad, pero no se la conceden porque sólo ha obtenido 12 puntos de los 15 que necesitaba para conseguirla (un especie de baremo que usan para concederla). A partir de ahí, pasa por todo un infierno burocrático para poder subsistir, tratando de obtener la ayuda para el desempleo (la única a la que tiene derecho) siendo incluso llamado “vago” por no poder desempeñar ningún trabajo.
La película muestra además la vida de otros protagonistas más o menos secundarios, especialmente la de Rachel, madre soltera con dos hijos, que se encuentra al borde de la indigencia por no encontrar trabajo.
La película narra de una forma cruda pero magnifica el problema del paro y la culpabilización constante del desempleado de su situación. El mensaje de “si no tienes trabajo es porque no quieres” es un mantra que los protagonistas reciben a lo largo de la película.
Desempleados que vean la película se sentirán identificados con numerosas escenas de ella: la eterna burocracia, la asistencia a cursillos inútiles, el ser tratado como un simple número de expediente y no como un ser humano…
Especialmente brillante es una toma en concreto en la que el protagonista acude a un curso para redactar un curriculum que destaque sobre el resto. Es una escena que se repite casi sin variables en todos los cursos para desempleados del mundo.
Quienes carezcan de una mentalidad critica ya tienen una opinión forjada antes de ver ésta película y no es necesario que la vean. Quien tiene ya metida en su cabeza la idea de “si, la crisis es mala pero hay que esforzarse y si no te esfuerzas la culpa es tuya” no va a cambiar de modo de ver las cosas. Esta película está dirigida a gente que quiera otra perspectiva del desempleo, que pretenda ver como un simple número de expediente afecta a la gente que está detrás. Si creéis que ante la asistencia del gobierno casi arbitraria la solidaridad horizontal es una vía de mejorar la vida de la gente, esta película es para vosotros.
Tenéis el tráiler en español a continuación; si os llama la atención, dadle una oportunidad.
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