NEGACIÓN
Una película necesaria.
Durante la segunda guerra mundial más de 11 millones de personas fueron asesinadas por los nazis por su origen étnico, social o ideológico; 6 millones de ellos eran judíos.
Existen muchísimas obras que hablan de dicho tema, películas excelentes e incluso comics (como Maus, que hemos analizado anteriormente). Pero la polémica sobre el negacionismo del Holocausto apenas se ha tratado. Comenzando a ganar popularidad a partir de los años 70, la tesis de la negación (o al menos la argumentación de que la matanza no estaba planificada) no ha parado de crecer. Hoy en día no es nada difícil encontrar gente por internet que defienda que no ocurrió, y cada vez más gente lo pregona abiertamente.
Los negacionistas del Holocausto han sido tradicionalmente de ideología de extrema derecha, ya que la no existencia de dicha tragedia haría defendible la defensa del nazismo, argumentando incluso que Alemania no tendría porque disculparse por una manipulación. Actualmente el tema se ha politizado cada vez más, y ciertos sectores alternativos han llegado a unir la crítica a la política israelí con el negacionismo del Holocausto, insinuando que fue una invención de ciertos grupos de presión judíos para favorecer la creación del estado de Israel, de hecho, es bastante común entre ciertos ambientes la confusión entre antisemitismo y antisionismo.
Esta película narra un caso real de una denuncia de un negacionista del Holocausto (el historiador David Irving) contra una historiadora (Deborah E. Lipstadt) por difamación, cuando ella lo acusó de falsear la historia a propósito, ocultando e inventando datos, para negar hechos demostrados.
En el sistema legal inglés (el juicio se celebró en Londres) el demandado tiene que demostrar su inocencia, por lo que los abogados de la historiadora tuvieron que demostrar que el Holocausto sí que había existido, sin ningún testimonio de supervivientes, en parte porque David Irving, el demandante, se había reído públicamente de las victimas acusándolas de estar compradas y de mentir.
Durante toda la película podemos ver como demuestran la existencia del Holocausto con fotografías reales de las cámaras de gas, así como una conmovedora visita que la historiadora realiza a Auschwitz.
Finalmente la historiadora, Deborah E. Lipstadt, ganó el juicio y se probó que la difamación no existía porque sus acusaciones a David Irving eran ciertas, y que Irving manipuló y falseó hechos históricos reales a sabiendas para manipular el pasado.
Está claro que ésta película no va a cambiar la opinión de quienes ya están convencidos de que el Holocausto es una invención judía para justificar la creación del estado de Israel, pero sí que es imprescindible para gente que no tenga mucha información de la época, ahora que desgraciadamente el sistema educativo no lo enseña.
Me gustaría finalizar éste artículo haciendo un llamamiento a quienes no conozcan la época para que se informen de la crueldad del régimen nazi. En Twitter siempre podemos dar consejos, pero obras maestras como Maus o películas como El pianista o La lista de Schindler son un buen comienzo. Analizaremos en un futuro más obras relacionadas con éstos hechos.
Comments