ÉTICA LOGAN STYLE
Ojo los que no hayan visto la última película de Logan "Versión full spoilers"
LA MUERTE EN LOGAN
Las películas de superhéroes, aunque esto podría expandirse a casi cualquier otro género, se desarrollan a través de la dualidad del bien y del mal. Y los que acaban ganando son los hombres rectos, normalmente chistosos (una de las maneras principales de relacionarse ahora mismo con la audiencia en este género es a través del humor) contra un villano que a veces también es un poco locuelo, pero malvado.
En este punto del recorrido, la mínima variación sobre el género puede traer aplausos y encomios, como por ejemplo el antagonista ligeramente diferenciado de la segunda parte de Los Vengadores, que al final es una obra disfrutable de superhéroes más. Hay excepciones, claro, como “El Caballero Oscuro”, pero permanecen como una anomalía.
Masacre, entonces, llega al gran público, y es para mayores de 18. Hay violencia, superhéroes malos y demás parafernalia “madura” que todos los padres verán con sus hijos. La película, sin embargo, no es un hito, porque al final es una parodia de sí misma, bastante fiel a los cómics a los que referencia y por ello mismo de esta clase.
Pero es una puerta abierta. James Mangold, el director de “The Wolverine” que en 2013 dirigió el largometraje a partir de un guion ya escrito (aunque lo sobrescribió con ayuda de Scott Frankel) y Hugh Jackman empiezan a tontear con una película de Lobezno que se centrase en el lado más oscuro del personaje, y de ahí nace “Logan”.
Es o pretende ser una visión de la vida del mutante, pero más dura, con sus relaciones humanas y el torbellino de violencia en el que se ha inmerso como focos de la historia. Las personas que conoce se exponen a su actitud ácida, cansada, y/o a las garras de aluminio que conserva en sus nudillos. Esa decisión impulsa el título de la película, y cuando salieron los tráilers, fuen con una versión “red band”, puerta abierta a la violencia.
De hecho, el propio Hugh Jackman rebajó su sueldo para buscar la aprobación de la Fox, aunque como el director asegura, el éxito de la película de “Deadpool” ayudó mucho al permiso que obtuvieron. Así que el largometraje es todo lo visceral que buscaba ser: Logan atraviesa cráneos, recibe disparos con detalle y empala a variados enemigos junto a Dafne Keen, una niña que tiene sus mismas habilidades con el añadido de una agilidad que le permite hacer daño más rápidamente.
Pero el recorrido de la película no sólo muestra un Lobezno asesino, sino uno dispuesto al asesinato tanto como su hija, un personaje cuyas decisiones no se guían por el bien y el mal.
Es cierto que Logan, un personaje además atormentado, lleva a cabo buenas acciones, pero personalmente, no hubo ninguna ocasión, salvo la final, en la que sintiese en el personaje un verdadero deseo de ayudar a alguien. La niña, su propia hija, es una carga, igual que Patrick Stewart (aunque con este sí que hay una relación paterno-filial a la que ambos actores se remiten con frecuencia). La visión de un cadáver inocente difícilmente impregna su rostro. Y el socorro a un necesitado es un parón en el camino.
De Laura se queja en numerosas ocasiones, de Patrick se mofa con frecuencia, la visión del cadáver de la cuidadora de Laura casi no lo inmuta…
La muerte del Profesor X, un sablazo más a un corazón medio queso Gruyère, eso sí, destroza al personaje. Aunque en la batalla no se muestra tanto la desesperación, porque hay que luchar y ganarse el pan como película de superhéroes, los minutos antes y después de su partida dejan a Logan golpeando el coche con una barra de metal, con una Laura que observa desde la distancia cómo grita de rabia hasta caerse al suelo. La visión algo alejada, además, creo que permite una visión más trágica del conjunto.
Yo me reí mientras lo veía.
En medio de la escena. Y quizá mi caso sea único. Bueno, vale, ¿acaso nadie se ríe de los vídeos de caídas y golpes que se recopilan en Youtube? ¿Tanta diferencia hay entre la risa por daño físico y la que llega por heridas internas? ¿Es sana en alguno de los casos?
En cualquier caso, que una escena tan triste lleve a la risa es realmente extraño, desde luego. Pero es una obra en la que una niña arranca la cabeza de un soldado, tras lo cual mata a otra persona, es empalada cual kebap y acaba cercenando el brazo robótico de un pervertido que intenta agarrar a la niña desde fuera.
Y luego… llega el final. De pronto Logan intenta alejarse de la niña en una escena e intenta disculparse de ella a la siguiente. Y unos minutos más tarde después de haber confesado cómo mata todo lo que toca (lo cual en la película se demuestra con creces aunque haya disonancias con la segunda parte de la trilogía), va corriendo a, ¿salvar?, a unos niños en peligro.
No es la primera vez que veo esto: una película de moral dudosa que al final salva a todos sus personajes por una última acción redentora, y rompe con el resto del esquema de la obra. Y como es el cierre de un personaje, les va la vida en ello. Si sólo la batalla final hubiese sido contra un villano merecedor del nombre (literalmente no tiene personalidad) quizá habría funcionado como conclusión de la trilogía.
Es una película casi amoral, con unos personajes maltratados y cuyas buenas acciones casi siempre conllevan consecuencias para los que les rodean. Es por el hecho de haber sido creada el reflejo de una visión general oscura con esta película como un ejemplo de muchas. A mí, honestamente, me ha gustado bastante.
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