CUANDO EL MÓVIL MATÓ A LA CONSOLA PORTÁTIL
(Y cómo eso no es tan malo como algunos piensan)
El concepto del videojuego portátil es casi tan antiguo como el del propio videojuego. La posibilidad de poder jugar a consolas como la Game Boy o posteriormente la PSP en viajes de autobús o en momentos de rato libre en el patio de la escuela era algo bestial, que te permitía salir y divertirte fuera de casa.
Pero, como nada es invariable, los tiempos cambian, y por mucho que algunos se empeñen en indicar que estamos en el apocalipsis, está cada vez más claro que las portátiles (léase PSVITA, léase 3DS) son un pozo sin fondo que nadie con dos dedos de frente compraría.
¿Cómo hemos llegado a ésta situación? Es evidente que las cosas han cambiado y que el cartucho (o disco) físico es un anacronismo. Por mucho que las tiendas de segunda mano bajen el precio de los juegos a medio plazo, no es extraño que los antiguos cuesten más de 15 euros. Además de ello, el mercado digital para portátiles, la gran apuesta que hizo PSVITA, no ha reducido substancialmente los precios para el consumidor, sobre todo en comparación con Steam o Google Play.
Existe una cantidad ridículamente alta de “gamers” con un tradicionalismo brutal que han llegado a establecer un “ranking”. Según su idea, el juego móvil no puede considerarse un “juego de verdad” y la creciente comunidad de jugadores de plataformas móviles sólo buscan entretenerse en juegos de baja calidad que no requerirían habilidad (como el Angry Birds o el Candy Crush).
El principal argumento empleado para criticar al videojuego móvil es tremendamente machista; ya que el mercado móvil es principalmente femenino, se ha pretendido generalizarlo con argumentos erróneos y generalizadores. El argumento clásico es el siguiente: Ya que la mayoría de los juegos móviles son simples y repetitivos, se presupone que su público mayoritario (las mujeres) sólo conocen dichos juegos, por lo que sería licito hacer una diferencia entre los jugadores de verdad (de consola y pc) y casuals (“casualmente” mujeres en su mayoría) que mayoritariamente juegan con al móvil.
Argumentemos sensatamente contra dichas generalizaciones:
Si decimos que ciertos juegos no son dignos de llamarse como tales por su sencillez, entonces abramos la veda a juegos de otras plataformas; quitemos el título de “gamer” a cualquiera que tenga un Lego Star Wars, un Katamari o un Patapon. Las consolas y PCs están llenos de juegos simples y faltos de motivación o argumento.
El juego móvil hace muchísimo tiempo que dejó de ser un mercado exclusivo de juegos simples. El ambiente indie no deja de crecer, y podemos encontrar desde aventuras gráficas hasta shooters, pasando por juegos de conducir o de estrategia; incluso RPGs, puzles o juegos de terror. Por tener, tenemos hasta juegos de la saga GTA perfectos para jugar en el móvil. Muchos desarrolladores llegan incluso a lanzar sus juegos exclusivamente en dicha plataforma.
La argumentación de la segmentación de género, además de machista, está totalmente alejada de la realidad; por ponerme a mí mismo como ejemplo, en muchas ocasiones prefiero el juego móvil al PC, y desde que mi PS3 se rompió tengo cada vez más claro que nunca más me compraré una. Es más, dentro del mercado joven (menores de 25 años sobre todo) se percibe claramente una tendencia dirigida al juego móvil.
Aunque predomine el modelo freemium (juegos gratuitos con micropagos integrados) no significa que la totalidad de los juegos sean así; muchos de los grandes juegos móviles son de pago, con un baremo de precios muy amplio.
¿Por qué la muerte de las consolas portátiles puede a largo plazo terminar siendo positiva? Porque ya no es necesario gastarse 150 euros en un aparato que solamente sirve para jugar (y ver algún video). Al convertirse el teléfono móvil en una plataforma integral, podemos permitirnos reducir hardware sin por ello limitar nuestra capacidad de descubrir nuevos juegos.
Además de ello, las rebajas acaban de llegar a Google Play. Imitando el modelo extremadamente agresivo de Steam, podemos encontrar juegos que bajan de precio o incluso están gratuitos temporalmente.
Estoy seguro de que muchos de quienes critican las plataformas de juego móvil ignoran que hay auténticas joyas para disfrutar.
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